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"Contaminacíon del Aire"
Un Manual para Periodistas por Curtis Moore (Adquiere gratis el programa Adobe Acrobat ® Reader)
¿Qué hay en el aire? Conduciendo tu propio estudio de contaminantes del aire
Por DINA CAPPIELLO

Cuando se toca el tema de los contaminantes del aire en Houston, hay dos puntos de vista: huele a dinero, o apesta.

Esta dicotomía, dio lugar al Houston Chronicle para excavar más profundo. Todos aquí saben que el aire está contaminado. Eso difícilmente sería una noticia de primera plana.

Pero a pesar de décadas de investigación y de contar con una de las mayores y más sofisticadas redes de monitores de contaminantes del aire del país (hechos acerca de los cuales el estado y la industria local gustan de fanfarronear), las personas que vivían al lado de las inmensas instalaciones industriales que bordean el Canal Navegable de Houston no sabían exactamente qué estaba en el aire, o si es que era suficiente para ser dañino. ¿Ah? ¿Cómo puede ser eso?

"En la Ruta del Peligro" (en inglés, "In Harm's Way"), nuestra serie que ganó recientemente el nuevo premio Kevin Carmody para Reportajes de Investigación, buscó responder dos preguntas específicas:

  • ¿Cuáles son los químicos que están en el aire cerca de las plantas industriales?
  • ¿Son estas concentraciones de químicos dañinas?

La médula del proyecto fue un estudio de la Chronicle que listaba a los miembros de la comunidad para monitorear el aire en sus vecindarios. Yendo puerta a puerta con una carta escrita en inglés y español, el periódico armó un equipo de 84 científicos ciudadanos. Los únicos requisitos fueron: No se podía ser anónimo, se podían tomar fotos de ellos, y no existiría remuneración.

El periódico pagó a la University of Texas School of Public Health para realizar el trabajo de laboratorio.

En 72 de los 100 sitios que se analizaron, las concentraciones de al menos un aire tóxico superaron de 1 en 1 millón el riesgo de cáncer — el nivel para el cual la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los Estados Unidos decide investigar un sitio de residuos peligrosos.

En el barrio de Manchester los niveles de 1,3-butadiene — un químico cancerígeno usado para hacer goma sintética — fueron 20 veces más altos que el nivel de riesgo de 1 en 1 millón.

Con más de una década de valiosa información recopilada por monitores del estado, el periódico determinó que el estado sabía ya por años acerca de los niveles de cancerígenos en Manchester y otros lugares en el estado, pero no fue capaz de decirlo.

Investigando aún más desenterramos reportes de empleados del estado monitoreando a lo largo de calles públicas usando mascaras de gas, vomitando — y en algunos casos negándose a sentar adentro de la van de pruebas debido a los gases. Pese a todo, sus reportes concluían que las comunidades estaban fuera de peligro.

Niveles de contaminantes del aire peligrosos que causarían alarma en otros estados eran aceptados aquí. Mientras un riesgo de cáncer de 1 en 1 millón es visto generalmente como aceptable, aquí en Texas eran permitidas concentraciones de 1 en 10,000, e incluso mayores.

Los niveles de contaminación que encontramos igualaban las lecturas del estado. ¿No hay problema? En realidad si. Cuando la Chronicle comparó los niveles de contaminación en los estudios del estado y del periódico, para contar con un umbral de riesgo más riguroso y científico — tal como los monitores de los niveles de salud humana establecidos por la EPA y otros criterios establecidos en otros estados, el problema emergió.

"Yo claramente pondría en duda si acaso el sistema del estado es protector", dijo Rob Barrett, anterior director del Control de Contaminantes del Condado de Harris en la cita principal del reportaje del primer día. "El estado está operando en un vacío. Información como la que recopiló la Chronicle son necesarias para decir si la contaminación del aire está afectando la salud pública".

Trátalo en tu ciudad.

Mientras "En la Ruta del Peligro" se enfocó en las fuente de contaminación industrial, los mismos monitores que ubicamos fuera de los hogares podrían ponerse en las playeras de los residentes para medir la contaminación en el trabajo, el hogar u otro lugar durante el transcurso de un típico día.

Si tu periódico o estación no se interesa en pagar por tu estudio de contaminación, ve tras la información que ya está publicada. Incluso si no tienes monitoreo en tu área, la Evaluación Nacional de Tóxicos en el Aire modeló las concentraciones de tóxicos en el aire en cada comunidad. Si no tienes monitoreo, pregunta por los datos no procesados. Si la Chronicle hubiera simplemente leído los resultados de los análisis del estado, hubiéramos perdido el reportaje. Hubiéramos incluso aceptado que el hedor a lo largo del Canal es sólo el olor del dinero.

Recursos de Internet (en inglés):
"En la Ruta del Peligro," incluyendo una metodología detallada
El Inventario de Emisiones Tóxicas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA)
Sistema Integrado de Información de Riesgo de la Agencia de Protección Ambiental (EPA)
Base de Datos del Informe de las Emisiones del Aire de Texas
La Evaluación Nacional de Tóxicos en el Aire, para encontrar concentraciones modeladas para los 33 tóxicos aéreos en tu comunidad
Centro Nacional Mickey Leland para el Estudio de los Tóxicos en el Aire de las Ciudades

Aquí hay algunos consejos útiles para comenzar, incluyendo algunos documentos y fuentes:

  • Obtener todos los datos no procesados sobre contaminación del aire.
  • Preguntar a la agencia medio ambiental del estado por todos los reportes evaluando o analizando los efectos de la contaminación del aire en las comunidades.
  • Buscar MedLine y otras bases de datos académicas por artículos de investigación independientes que podrían contradecir los análisis del estado.
  • Perseguir a los ex-empleados del departamento de toxicología de la agencia medio ambiental de tu estado (donde las evaluaciones de salud son hechas y las directrices se activan).
  • Pasar tiempo con las personas que controlan la contaminación del aire para el estado — y lo respiran. Obtuvimos algunas de nuestras mejores citas de ellos.
  • Consultar con expertos en otros lugares acerca de cómo tu estado controla la contaminación del aire y evalúa los riesgos de contaminación.

Preguntas:

  • ¿Cómo es que tu estado le permite a las compañías contaminar el aire? ¿Qué tipo de análisis se conduce sobre los posibles impactos a la salud? ¿Ha sido considerada en el análisis sólo una instalación, o se piensa incluir las emisiones de otras fuentes industriales y automóviles cercanos?
  • ¿Mantiene tu estado una base de datos sobre emisiones contaminantes accidentales o no autorizadas? If so, get the database.
  • ¿Qué criterios o directrices tiene tu estado para los tóxicos en el aire? ¿Cómo se usan? ¿Cómo se han elaborado? ¿A qué nivel de riesgo se activan?
  • ¿Cómo controla tu estado los tóxicos del aire? Existen monitores suficientemente cerca de las comunidades para constatar exposición? ¿Cómo lo hace el estado para analizar los resultados? Asegúrate de preguntar si acaso los controles del estado sobre concentraciones satisfacen o superan sus propios criterios o directrices para tóxicos en el aire. ¿Dónde superan los umbrales? ¿Qué se ha hecho acerca de ello?
  • ¿Qué tipo de investigación se está haciendo localmente?


Dina Cappiello cubre las noticias medio ambientales para el Houston Chronicle.

**Selección del número actual de SEJournal (el boletín trimestral de SEJ), Invierno 2005, disponible aquí solo para miembros (en inglés). Para informaciones sobre cómo hacerse miembro de SEJ, incluyendo sus beneficios, presione aquí (en español).

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